Con estos sencillos consejos vas a ver que hay alimentos que siempre pensaste que no se podían congelar, pero con algunos sencillos trucos lo podrás hacer y no desperdiciar comida.
Hay muchos alimentos que muchas veces vamos a tirar porque no sabemos cómo hacer para conservarlos, por ejemplo, huevos a punto de vencerse, harina que fuera de su envase, azúcar moreno, manteca, frutas, verduras, lácteos. Seguramente tenés un amplio listado de alimentos que tiras directamente a la basura, sin pensar que se pueden congelar y conservar, y probablemente lo haces por una razón, puro desconocimiento.
- Nunca se puede congelar frutas o verduras enteras, que luego vas a comer crudas dado que pierden consistencia. Una muy buena forma de hacerlo es por ejemplo mezcla de frutas con jugos, licuarlos y congelarlos. Se pueden congelar frutos rojos enteros, pero al descongelarlos no tendrán la misma textura, en este caso son ideales para prepara licuados sin la necesidad de agregar hielo a la preparación.
- Tampoco es adecuado congelar moluscos crudos, como almejas, mejillones, etc., pero si podemos abrirlos al vapor, sacarlos de su valva y congelarlos con su jugo.
- Huevos, no es posible congelar huevos con cáscara –dado que se romperían al crecer su contenido–, pero sí batidos y en un recipiente bien cerrado (ver nuestro tip “como ser un frisador profesional Capitulo 1-como frizar huevos). Lo importante es luego de descongelados cocinarlos a temperatura adecuada para evitar todo peligro de contaminación.
- Manteca, es posible congelarla y conservarla y lo ideal es hacerlo en su envase original, que la mantendrá libre de humedad y fuera del contacto con el oxígeno. Si se la va a utilizar en porciones posteriormente es mejor separarla antes de congelarla.
- Quesos, los ideales para congelar son los de pasta semiblanda como porsalut, Cremoso, etc. y los de pasta hilada como mozzarella o provoleta. No así los quesos duros como los de rallar que luego de descongelarse se desmigajarán.
