Un punto muy importante cuando compremos alimentos para congelar es conseguirlos frescos y de muy buena calidad para que el día en que los descongelemos estos estén en el mismo estado que en el día en que los compramos.
– Siempre que congeles hacelo en porciones de un tamaño que luego vayas a consumir, o en todo caso, en porciones más pequeñas, que luego podrás ir sumando de acuerdo a lo que necesites, de otro modo corrés el riesgo de desperdiciarlos.
– Otro punto muy importante es rotular con la fecha en que lo hiciste para luego ir consumiendo los más antiguos primero. Luego te daremos tiempos estimados de conservación de acuerdo al tipo de alimento.
– Realizar el congelado sobre superficies planas para que al momento de utilizar una bandeja descongelante, como es el caso de defrost, maximices el contacto con la misma y logres excelentes resultados en tiempos muy cortos.
– Al preparar el alimento para el congelado es aconsejable quitar todo el aire que pueda quedar en la bolsa, ya sea presionando la misma, o con pequeñas bombas manuales de vacío, con este procedimiento lograrás que no quede aire dentro de la bolsa y por lo tanto tampoco quedará humedad del ambiente, lo que puede luego alterar las características de sabor del alimento. Esta humedad remanente hace que haya zonas que se quemen por frizado, y si bien esto no representa riesgo alguno para la salud, vas a notar que estas zonas quedarán sin sabor o secas al descongelarse. Por lo tanto quitar todo el aire posible de la bolsa es de suma importancia para mantener la frescura, textura y sabor original. Si descongelás alimentos a los que le ha sucedido esto, te aconsejamos quitar esas zonas “quemadas” a fin de que tu comida quede en el mismo estado que cuando la compraste.
– La conservación en freezer es normalmente con temperaturas de congelación que oscilan entre -18°C a -25°C. Con una temperatura de -18°C como los que proveen los freezers de 3 estrellas, que son los más comunes de nuestro mercado, podes conservar (según su tamaño y características) carnes crudas como: vacuna, hasta 12 meses; pollo y pavo, hasta 10 meses; cordero, hasta 8 meses; cerdo, hasta 6 meses; pato, hasta 5 meses; carne picada y salchichas, hasta 3 meses, y pescados, de 6 a 12 meses. Las carnes cocidas se pueden mantener hasta 3 meses, y las aves entre uno y dos meses.
– Por otra parte, las verduras y las hortalizas se deben conservar de 8 a 12 meses (en el envase original); las frutas, de 8 a 10 meses, y el pan y la bollos y masas durante 3 meses. Salsas y sopas, en tanto, pueden congelarse por 4 meses, mientras que los estofados, guisos y platos sin mucha grasa no pueden pasar los tres meses.
Con estos sencillos consejos podrás conservar la frescura de tus alimentos durante períodos prolongados.